Crónica del Encuentro Bob@l_Bloggers 2011

Como ya os comenté, el pasado fin de semana tuve la suerte de disfrutar del primer encuentro de bob@l_bloggers, que organizó la DOP Utiel-Requena para un grupo de blogueros de vinos y gastronomía con el objetivo de la difusión de los vinos de la variedad bobal, a través de actividades y catas.
Un fin de semana con mucho vino, muchas risas y mucho sueño pero también muchas ganas de aprender cosas nuevas, disfrutando del buen tiempo y en buenísima compañía.



Como es menester en estas ocasiones, me llena de alegría y satisfacción emprender nuevos retos y conocer gente nueva. Parecía fácil, un poco de morro y “palante”, pero se me olvidó dejarme la timidez en casa. Pasando un poco desapercibida conocí por fin a los bloggers que compartirían conmigo este evento que Carolina, Carmina y Esperanza, del consejo regulador de la DOP, habían organizado con todo cariño.

Tras registrarme en el hotel Paraje San José **** sup., situado en Requena, de disfrutar de las vistas desde la habitación y deseando probar esa ducha que me llamaba a gritos para después de un duro día de divertimento, nos reencontramos todos en la cafetería. Tras el reparto de acreditaciones, dimos por inaugurado el encuentro con la bienvenida del presidente de la DOP D. José Luis Robredo y Daniel Expósito, enólogo de la bodega Dominio de la Vega, que nos habló sobre los inicios del cultivo de la Bobal en la zona y sus características. 

La uva bobal se cultiva en la comarca Utiel-Requena desde tiempo inmemorial, adaptada a un clima y suelo característicos de la zona que le dan unas propiedades enológicas muy determinadas. De porte rastreo, la bobal optimiza los recursos que obtiene del medio, posee un vigor medio-alto y una floración tardía por lo que resiste heladas y sequía. De grano medio y piel gruesa, concentra gran cantidad de color y taninos, y posee muy buena acidez, dando por tanto unos excelentes vinos en una amplia gama de elaboraciones.

Para poder degustar cada uno de los tipos de vinos con bobal elaborados en la zona, se eligieron 6 vinos de las bodegas que más tarde visitaríamos, maridados todos ellos con exquisitas y originales tapas en una cata a ciegas: rosado joven (Enterizo de Civiñas) con compota de fresa y crema, tinto joven con crianza sobre lías y malolática en barrica (Bobal Selección de Dominio de la Vega) con queso tierno y fruta, tinto con 9 meses de barrica (Arte Mayor de Dominio de la Vega) con foie y cebolla caramelizada, tinto mezcla de diferentes añadas y envejecimiento en barrica (Olivastro 2008 de Bodegas Carres) con hojaldre de queso y sobrasada, tinto con 18 meses de crianza en barrica (Casa Don Ángel 2001 de Vera de Estenas) con compota de fruta y crujiente de queso y para rematar un dulce de bobal (Miquelius de Bodegas Dagón) de uva sobremadura y envejecido en barrica, con plátano bañado en chocolate negro y almendras. Toda una delicia.



Charlando y haciendo intercambio de impresiones sobre los vinos y la vida, hicimos tiempo hasta nuestra primera visita. Un bus nos esperaba en la puerta del hotel y nos pusimos rumbo a las cuevas de la Villa, unas grutas subterráneas excavadas en el subsuelo de la plaza.
Construidas por los árabes y utilizadas durante la Edad Media, sirvieron de bodegas, almacén de cereales y osarios. Pudimos observar cómo aun se conservan las tinajas, los trullos, piqueras y trulletas.



Después, marchamos rumbo a Utiel, a comer al Restaurante Garzarán, donde nos trataron, comimos y bebimos de lujo, sobre todo esa tarta de almendras de la que me acordaré toda la vida. Los vinos que nos acompañaron en la comida forman parte de la selección 2011 de la DOP y que organiza cada año el Consejo Regulador: rosado Enterizo de Coviñas, blanco Fuenteseca de Bodegas Sierra Norte, blanco fermentado en barrica 2009 de Vegalfaro, Aula Merlot crianza 2008 de Coviñas y Corolillas reserva 2007 de Murviedro.

Más tarde visitamos, de la mano de la simpatiquísima guía Esperanza Alonso, la Bodega Redonda (o Museo del vino) también sede del Consejo Regulador de la DOP Utiel-Requena, del que ya os hablé en la entrada sobre la ruta Utiel-Requena.

Tras descubrir el taller de los aromas, nos dirigimos a una cata comentada con todos los responsables de las bodegas participantes y de la asociación Primum Bobal. Estuvimos catando los vinos de Latorre Agrovinícola, Chozas Carrascal, Dominio de la Vega, Vera de Estenas, Bodega Carres y Coviñas, entre otros. De los vinos y las bodegas ya os hablaré en entradas posteriores. 

A la salida, nos esperaba un precioso obsequio de parte del Consejo Regulador que me hizo especial ilusión.

De nuevo al autobús, y un rato de descanso merecido en el hotel.

La siguiente visita fue al yacimiento de La Solana de Las Pilillas, situado en la pedanía requenense de Los Duques, donde se encuentran los restos arqueológicos de lagares y bodegas datadas del siglo V a.C. y que certifican la elaboración de vino en Requena desde entonces. De Las Pilillas también os hablé en la entrada sobre la Ruta Utiel-Requena pero me gustaría profundizar más detenidamente en otra ocasión, porque merece la pena daros todos los detalles de lo que allí pudimos ver y aprender. 


El hambre arreciaba y nos dirigimos al Caserío de Sisternas,  ubicado al suroeste de Requena. Rodeado de viñedo y en un paraje excepcional, nos esperaba un picoteo campestre a la luz de las velas. Una auténtica gozada. El caserío conforma toda una colección de aperos, herramientas y demás recuerdos conservados durante años, pertenecientes a la  familia de los Cabilderos. Tras la visita, cenamos embutido típico de la zona a la brasa de sarmientos acompañados con los vinos de Utiel-Requena. 



Tras disfrutar de una fantástica noche fresca y estrellada, que no se podía desperdiciar, volvimos al hotel a reponer fuerzas para el siguiente día.

El domingo nos dividimos en dos grupos para visitar las bodegas de la mano de los enólogos. En mi caso visité Latorre Agrovinícola, situada en Venta del Moro, de la mano de Luis Miguel Latorre que además es el vicepresidente de la DOP. Junto a José Luis Torres Carpio recorrimos los viñedos y visitamos la pequeña Bodega Carres ubicada en Casas de Eufemia. Por último, pero no menos importante aunque fue más bien una visita express, Félix Martínez nos mostró las instalaciones de Vera de Estenas. De estas visitas también me gustaría hablaron más adelante. 


Quedan tantas cosas por contar que no quería daros demasiada envidia. Algunas cosas me las guardo para el recuerdo y otras las compartiré en breve con todos vosotros, sobre todos las visitas y los vinos que pudimos catar, por que todo mereció la pena. Sin dudarlo, repetiría mañana mismo.

Sólo  me queda agradecer a todo el personal que hizo posible este encuentro, su paciencia y dedicación y, aunque algunas cosas pueden mejorarse para eventos posteriores, para mí la experiencia fue perfecta e inolvidable. A los blogueros asistentes decirles que no cambien nunca, son todos geniales y unos profesionales de los pies a la cabeza, con un sentido del humor envidiable. ¡Muchas gracias!

A los lectores, os emplazo a visitar y realizar alguna de las mil actividades en la Ruta del Vino Utiel-Requena. Queda mucho por ver y por catar.

Salud!